Es un método para determinar, desde el punto de vista de los miembros de la comunidad, qué actividades son necesarias y pueden apoyarse.
El diagnostico participativo se rige por la comunidad, ya que ellos identifican los problemas que existen. Es interesarse por la realidad que están viviendo, así como el deseo de participar, de actuar, el compromiso de intervenir y el interés por indagar, opinar, reflexionar y discutir sobre lo que va sucediendo durante la aplicación del diagnostico, así ellos determinan las acciones que se llevaran a cabo, ya sea impuestas por ellos o con ayuda del profesional. La participación no debe ser forzada, se debe respetar la dinámica de las personas y su velocidad para el aprendizaje.